La clave para ahorrar energía en el software: ¿El lenguaje del software empleado es el camino?
En un mundo donde las tecnologías de la información enfrentan el reto de la eficiencia energética, debemos pensar en cómo optimizar nuestros recursos en el proceso. Una de las mejores formas de lograrlo es ser eficientes en la generación, ejecución y almacenamiento del código escrito por los programadores.
Mejorar el hardware para que consuma menos energía es una estrategia válida, al igual que generar energía verde a partir de fuentes como la solar y la eólica. Sin embargo, la realidad es que el software, y sobre todo los programas que ejecutamos, son los principales responsables de que los procesadores trabajen al máximo y, por ende, de que los sistemas consuman más electricidad. En algunos casos, también consumen agua para su refrigeración, lo que solo contribuye a aumentar este impacto.
¿Cómo podemos evitar que los procesadores devoren energía de manera innecesaria?
La respuesta está en ejecutar código eficiente, es decir, código que se adapte de manera óptima a las instrucciones del procesador. Cuanto más se acerque el lenguaje de programación al conjunto de instrucciones del procesador, menos energía se necesitará, ya que se ejecutarán menos instrucciones para realizar las mismas tareas.
Lo que parece una idea sencilla, en la práctica es mucho más complejo. Los procesadores no “hablan” un idioma que los humanos podamos entender fácilmente. Estos dispositivos trabajan con señales eléctricas representadas por 0s y 1s (binario), que se organizan en lo que se llama el ABI (Application Binary Interface). Este conjunto de instrucciones puede generarse a partir de lenguajes de bajo nivel, como Ensamblador y C, o de lenguajes de alto nivel como COBOL, C#, PHP, Python, SQL, entre otros.
Aquí está el meollo del asunto: mientras que lenguajes como COBOL generan instrucciones en tiempo de compilación, otros lenguajes como PHP, Java o Python lo hacen en tiempo de ejecución. Esto marca una diferencia significativa en términos de eficiencia energética.
Cada lenguaje de programación tiene su propósito y necesidad. El ensamblador, aunque extremadamente difícil de aprender y mantener, es la base de todo. C suaviza la rudeza del ensamblador, siendo utilizado principalmente para la creación de software de base, como drivers o sistemas operativos. Pascal y Fortran se destinan a áreas más específicas como la ciencia o el cálculo intensivo.
¿Y el lenguaje COBOL?
El COBOL, aunque es un lenguaje de alto nivel orientado a la gestión empresarial, también genera instrucciones en tiempo de compilación, lo que le permite operar de forma más eficiente que otros lenguajes que se interpretan en tiempo de ejecución. Esto significa que COBOL se encuentra en un término medio entre los lenguajes de bajo nivel como C y los de alto nivel, logrando una ejecución más rápida y eficiente en términos de consumo de recursos.
Además, COBOL tiene una ventaja única: la capacidad de cargar y descargar módulos en tiempo de ejecución, lo que significa que solo se cargan en memoria los módulos que son necesarios en ese momento. Esto permite un ahorro significativo de memoria y recursos, lo que se traduce en un menor consumo de procesador y, por lo tanto, de energía.
Por ejemplo, en ANOOK, basamos nuestras soluciones ERP ANOOK Construction y ANOOK Industry en COBOL, manteniéndolas con un robusto servidor de aplicaciones escrito en C. Las sesiones de usuario suelen consumir entre 8 y 20 MB de RAM, mucho menos que las soluciones de mercado que requieren gigabytes de memoria por sesión. Esto se traduce en un ahorro directo de electricidad y costos de hardware, además de una mayor rapidez en las respuestas, mejorando la experiencia del usuario.
Las soluciones informáticas de ANOOK son sostenibles. Esta diferencia de enfoque no solo se traduce en un abaratamiento de costos para el cliente, sino que también reduce significativamente nuestros propios costos operativos. El ahorro se refleja tanto en la adquisición de hardware como en su mantenimiento, sin mencionar el beneficio adicional en términos de consumo energético.
Podemos “escalar” las soluciones de ANOOK tanto vertical como horizontalmente, además de geográficamente, lo que nos permite ofrecer una flexibilidad única. Podemos tener parte de nuestras soluciones on-premise y otra parte en la nube, lo que no solo acerca las soluciones al cliente final, sino que también reduce las latencias, mejorando así la experiencia del usuario.
Las soluciones de ANOOK son rápidas en la ejecución, lo que se traduce en un rendimiento superior y, por ende, una experiencia de usuario más fluida y eficiente.
Somos verdes, ya que consumimos menos energía que nuestros competidores, contribuyendo activamente a la preservación del medio ambiente.
El futuro de la eficiencia energética en software se encuentra en cómo los lenguajes de programación optimizan la ejecución de tareas. En este sentido, COBOL se mantiene como un pionero en eficiencia energética, mucho antes de que el término “verde” estuviera tan de moda.
Al final, el COBOL, nuestro “dinosaurio”, no solo es un modelo de eficiencia, sino que sigue siendo un referente en la preservación del ecosistema, como un buen vino que mejora con el tiempo.
¿Sabías que COBOL sigue siendo uno de los lenguajes más eficientes en términos de consumo energético y rendimiento?
¡Larga vida al COBOL y a los buenos vinos!
Júcar.