La gestión de obra se refiere al proceso de planificación, coordinación y control de un proyecto de construcción. Este proceso incluye la supervisión de todas las fases del proyecto para garantizar que se cumplan los objetivos en cuanto a tiempo, coste y calidad.

 Los aspectos clave de la gestión de obra incluyen:

1. Planificación del proyecto: Implica definir claramente el alcance del proyecto, desarrollar un plan detallado que determine todos los aspectos antes de su puesta en marcha, establecer los plazos y asignar los recursos necesarios.
2. Ejecución del proyecto: Tras la planificación, se procede a la ejecución. Aquí se supervisan las actividades para garantizar que se cumplan los objetivos y plazos establecidos.
3. Control y monitoreo: Durante la ejecución, se implementan mecanismos para asegurar que el proyecto se mantenga en la ruta correcta. Esto incluye la revisión de KPIs y la comparación entre el progreso real y lo planificado.
4. Gestión de compras: Implica una previsión detallada de las necesidades del proyecto, análisis y selección de proveedores, realización de comparativos y control de contratos, recepción y almacenamiento de productos.
5. Gestión de almacenes, subcontratas y maquinaria alquilada:
   • Almacenes: Organiza y controla el flujo de materiales desde su recepción hasta su uso final.
   • Subcontratas: Coordina y supervisa a empresas o profesionales externos.
   • Maquinaria Alquilada: Asegura un uso eficiente y rentable de los equipos.
6. Gestión de costes: Controla los costes para mantenerlos dentro del presupuesto asignado.

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Cristina López, analista funcional en ANOOK.